sábado, 5 de noviembre de 2011

Fue abatido el Jefe de las FARC

05-11-11 | POLÍTICA

Así fue la "Operación Odiseo" que acabó con la vida de Alfonso Cano

Las Fuerzas Militares de Colombia desplegaron un impresionante operativo que duró varias horas y contó con la presencia de casi mil hombres y 18 aeronaves. El líder de las FARC se escondía en una zona montañosa de Cauca.

Un total de 969 militares de los distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas colombianas y 18 aeronaves participaron en la “Operación Odiseo”, que concluyó con la muerte del líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Alfonso Cano.


La operación comenzó a las 8.30 de la mañana del viernes, cuando varias aeronaves bombardearon la vereda de Chirriadero, entre los municipios de Suárez y Morales, en el departamento de Cauca, una zona montañosa en la que según la información de inteligencia se ocultaba Cano.

En la operación participaron tres aviones A-37, cinco aviones Super Tucano, cuatro helicópteros Arpía -similares a los Black Hawk-, tres aviones de transporte, dos aviones fantasma y un helicóptero de rescate. Estos aparatos lanzaron un nutrido ataque con bombas de 100 y 250 libras (unos 45 y 135 kilogramos), además de bombas inteligentes de alta precisión, informó la cadena Caracol.

Tras el bombardeo se produjo el desembarco de la Infantería, integrada por equipos de las fuerzas especiales. Los militares hallaron efectos personales de Alfonso Cano, como una funda con sus gafas o su billetera, además de signos que indicaban que acababa de huir del lugar, por lo que se inició una persecución que derivó en enfrentamientos con efectivos del primer anillo de seguridad del líder guerrillero.

Cano murió en estos combates, pero su cuerpo no fue localizado hasta varias horas después tras un exhaustivo registro de la región por parte de los militares. Las tropas que rastreaban la zona encontraron finalmente su cuerpo a última hora de la tarde y lo identificaron visualmente de forma inmediata aunque no llevaba su característica barba.

Ya bien entrada la noche el Gobierno confirmó la muerte de Alfonso Cano una vez verificada su identidad gracias al cotejo de huellas dactilares en el depósito de cadáveres de Medicina Legal de la ciudad de Popayán.

El general Alejandro Navas, comandante de las Fuerzas Militares, oficial precisó que la "Operación Odiseo" fue denominada así en relación con el nombre del mes en que ésta se inició, es decir, octubre y que dicho nombre evoca al héroe de la mitología griega.

Fuente: Europa Press

jueves, 3 de noviembre de 2011

“Memoria… Tengamos memoria”…

03.11.2011 | Política | Por: Jorge D’Amario Cané

MEMORIA…

Por Jorge D’Amario Cané para el Informador Público


Durante mucho tiempo, el ex presidente de la República, Néstor Kirchner, nos golpeteaba los oídos con aquella frase de “Memoria… Tengamos memoria”…

Con ella nos quería significar que, en los momentos de las grandes decisiones -como para votar, por ejemplo-, debíamos recordar a quiénes jugaron para nuestro cuadro y a quiénes nos pateaban en contra. A los primeros para darles el crédito de nuestra fe, nuestra confianza y nuestro voto. Lo necesitaba, en esos momentos, el país, el gobierno, la vida de los argentinos y nuestras propias familias.

A los segundos, colocados en el área de los traidores de la causa y de la voluntad popular, como alguna vez dijo Perón “ni justicia, ni perdón”, ni el voto.


Memoria, nos pedía Néstor Kirchner.

Y se fue, sin embargo, sin aclararnos desde cuándo y hasta dónde debía abarcar esa memoria. No nos señaló la línea histórica para ese ejercicio mental.

Porque, si la memoria debía corresponder a toda la historia argentina, evidentemente, también la habría para con su gobierno. Y allí saltarían muchos temas que no le hubiera gustado a Néstor, que la mayoría del pueblo argentino, tuviera presente.

Si esa memoria llegara sólo hasta 1993, deberíamos aborrecer a todos los mandatarios anteriores a Néstor que hicieron todo mal y que no tuvieron su osadía, su sagacidad, su inteligencia, su dignidad y su arrojo para hacer una gran revolución.

Pero, Néstor se fue y nos dejó con poca plata y con muchas dudas.


Sin embargo, como somos periodistas “subjetivos” (como ya lo aclaramos ampliamente en nuestra nota anterior), vamos a analizar brevemente, esto de la memoria cargada con la subjetividad que Dios nos ha permitido desarrollar en nuestra vida profesional.

Lo que llamamos “el fino olfato del periodista” que mira la realidad, comentándola para que los lectores conozcan algo más. Para resolver nuestras dudas, claro.

Y para que esas dudas que, como en el tango, nos carcome el alma, vamos a entrar en materia.

Quienes “peinamos canas” tenemos muy buena memoria de la historia argentina, porque cuando íbamos a la escuela lo hacíamos para estudiar. Muchos chicos, hoy, van a la escuela… sólo para saber dónde queda.

Entonces, quienes íbamos a estudiar, recordamos que, el primer crimen perpetrado a partir de la historia de los gobiernos criollos posteriores a los Adelantados y virreyes del Río de la Plata, fue el de Mariano Moreno, quien dividió a la Primera Junta de Mayo de 1810, en dos: los morenistas adheridos ideológicamente a su pensamiento y los saavedristas que respondían al Comandante del Cuerpo de Ejército Patricios, que, por cierto, como buen militar, ejercía el comando de la revolución.


Allí descubrimos que, para que un opositor político no nos moleste, lo “distinguimos” con un cargo de embajador plenipotenciario al país del nunca jamás y ya está. Moreno se fue y desapareció en el mar profundamente enfermo.

¿Habría que juzgar a Saavedra por el crimen consumado contra un patriota como Mariano Moreno?

Recordamos, también que en 1828, Juan Lavalle, instigado por los unitarios, destituyó y fusiló a Dorrego, gobernador de Buenos Aires. Lavalle también debería ser juzgado según el patriótico pensamiento de nuestros salvadores.


Y así pasarían decenas y decenas de ciudadanos que asesinaron a políticos, a civiles, a los indios y depredaron al país, y que, sin embargo, distinguen con sus nombres a plazas, calles, avenidas y localidades e infestan el país con sus bustos, monumentos y placas.

Como todo esto sería una iniquidad en la que nadie, seguramente, quisiera caer desde el poder político, suponemos que Néstor nos estaba sugiriendo que hiciéramos memoria a partir sólo de algunos años antes de su irrupción en la política grande.

Su capacidad de odio estaba dirigida hacia quienes lo antecedieron y podrían ser, eventualmente, competidores políticos suyos aún con la palabra.

Gracias a su arduo trabajo por imponer a “sus compañeros” de lucha, y sus brillantes planes políticos y económicos, comenzarían a aparecer, entre otros, los montoneros a los cuales el Jefe se ufanaba haber pertenecido junto a su señora esposa.

Recordamos muy bien, el comienzo de sus fechorías con el asesinato de Pedro Eugenio Aramburu, presidente de facto del país, producido por los montoneros, los mismos que, años después, fueron expulsados de la Plaza de Mayo por el general Perón. Los echó porque eran violentos, asesinos, prepotentes, peligrosos e incontrolables.


Nosotros estábamos en Plaza de Mayo cuando el amplio espacio colmado de gente se abrió en el medio y este nutrido grupo de jóvenes imberbes, que nunca aprendieron qué cosa era la democracia ni la vida republicana, se marcharon con la cola entre las patas, enfundando sus pancartas que sólo prometían venganzas y hoy se ufanan de ser peronistas, republicanos, respetuosos de la Ley y democráticos.

Esta misma gente violó la ley que hoy dicen defender, asesinando a obreros, a policías y a particulares…

La cantidad de brutalidades cometidas en perjuicio de la vida en paz de los argentinos fue increíble.

Sin entrar en los detalles, pero tan sólo como muestra, vale recordar algunos de los más resonantes actos “en defensa de la Patria que estos forajidos cometieron:

  • El 30 de junio de 1969, asesinato de Augusto Timoteo Vandor por un grupo comando denominado “Ejército Nacional Revolucionario”. Este grupo de ejecutores estaba integrado por varios de los cuadros combatientes de lo que luego fue la organización Montoneros. Participaron de la operación: Carlos Caride, Rodolfo Walsh, Horacio “el Lauchón” Mendizábal y Dardo Cabo entre los más conspicuos salvadores de la Patria.

  • 29-05-69: Disturbios en la ciudad de Córdoba, históricamente denominados como Cordobazo, con saqueos e incendios organizados por grupos universitarios, con apoyo de sectores obreros de ultra izquierda y acción coordinada de francotiradores, los cuales superan a la policía local. Duran varios días y finalizan al actuar la Brigada de Tropas Aerotransportadas, del III Cuerpo de Ejército.

  • 0?/09/69: Disturbios en la ciudad de Rosario, parecidos a los de Córdoba aunque en menor escala, con saqueos e incendios organizados. Es conocido como el Rosariazo. Fueron incendiados 16 locales de los Supermercados Minimax en Capital Federal y conurbano.

  • 01-07-70: MONTONEROS, copamiento de la ciudad de La Calera, en los suburbios de Córdoba.

  • 07-08-70: MONTONEROS, asesinato del dirigente gremial peronista y Secretario General de la CGT José Alonso.

  • 26-07-71: MONTONEROS y FAL, copamiento de la Cárcel Correccional de Mujeres de la Provincia de Bs. As., liberando a cuatro terroristas detenidas.

Como podrá apreciarse, los montoneros, eran un grupo de violentos, peligrosos hasta para el propio pueblo al que decían proteger. Son los mismos que hoy nos gobiernan, y a los cuales pertenecieron, -por propias declaraciones- el Dr. Néstor Carlos Kirchner y la Sra. Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Y, cosa rara, nunca fueron detenidos.

Esto explica el porqué sus administraciones han sido y son violentas, agresivas, atropelladoras, populistas, etc. etc. etc. Carecen de respeto y de virtuosismo.

Por eso han vaciado al Ejército y a la Policía, porque siempre lucharon en contra de los uniformados y hoy llegaron al gobierno movidos por muchas razones, entre ellas: para engañar al pueblo haciéndoles creer que son peronistas, para lucrar como nadie lo había hecho antes con los dineros de la gente y para desarticular a las Fuerzas Armadas a modo de venganza y a las cuales han sometido con el cuentito de la sujeción de los militares al poder político.

Fueron perseguidos, pero la mayoría escapó como ratones y muchos de ellos hoy están cerca del Gobierno cuando no son parte del propio Estado.

Quienes votaron a estos campeones del delito, han votado por la continuidad de la violencia, de la inseguridad, de la corrupción, de la mentira, del libertinaje financiero, de la lujuria política.

Matar nunca fue bueno. Sólo a los electores ingenuos, el pueblo “que no tiene la memoria que pidió Néstor Kirchner, se le pudo haber ocurrido volverlos a votar por otros 4 años más. Estos electores serán responsables del futuro argentino.

Quienes tenemos memoria, sin embargo, decidimos no votarles porque siempre fueron violentos y negaron la existencia de la Ley, de la vida republicana y del libre juego del disenso pero en democracia.


Desde el cielo, el Dr. Kirchner nos estará sonriendo en un gesto magnánimo de aprobación, sabiendo que le hemos hecho caso: tenemos memoria, pero también tenemos muchas dudas.

* Director Periodístico de radiomercosur.com

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Obra de Misericordia Corporal

“En la prisión, todos esperan la liberación, cada día, cada minuto... En aquellos días, en aquellos meses muchos sentimientos confusos me enredaban la mente: tristeza, miedo, tensión…”.
Estas palabras decía el famoso cardenal vietnamita Nguyen Van Thuan, preso por el comunismo durante 13 años.


El cristianismo nos manda, no como un lujo filantrópico, sino como un deber de misericordia para con el prójimo, el hecho de visitar a los presos (es una “obra de misericordia corporal”, como le dicen).

Si logramos salir un breve instante de nuestras ocupaciones y pensamos en las palabras del cardenal Van Thuan, quizá logremos entrar en el corazón de algún hombre o mujer que se encuentran en una cárcel física o encerrado en alguna prisión del alma.


Visitar un preso es un genuino acto de caridad revestido con un adorno especial que llamamos misericordia. Ser misericordioso implica apiadarse de los que sufren en el corazón y ello implica compadecerse de las miserias ajenas. Y esto independientemente de si quien está preso lo está justa o injustamente. La cárcel será justicia y redención de los pecados para el primero y redención puramente para el segundo.

Es el mismo Jesucristo quien sintetizó la doctrina:
Mt 25, 34-40

“Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.  Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.”


Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te  dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?” Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”

El gran Apóstol San Pablo, agregará más adelante:
“Acuérdense de los que están presos, como si ustedes mismos estuvieran también con ellos en la cárcel. Piensen en los que son maltratados, pues también ustedes tienen un cuerpo que puede sufrir”. (Carta a los Hebreos, 13, 3).

“No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien” (Rom 12,21).


martes, 1 de noviembre de 2011

Derechos humanos para algunos

Llama la atención el siguiente artículo de La Nación que muy bien reclama que los Derechos Humanos sean para todos, como lo reclamara uno de nuestros socios fundadores. El Lic. Luis Labraña ex miembro de Montoneros, en una oportunidad dijo: “o todos adentro… o todos afuera”.

En definitiva todos están pidiendo que la ley los mida por igual y con la misma vara, es el principio de igualdad ante la ley. También lo afirma la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia en su pronunciamiento sobre el veredicto del TOF5 en la Causa Esma. Pero La Nación en su artículo solo dice que está bien por la condena a los soldados que combatieron al terrorismo, los cuales no solo fueron juzgados en un esperpento jurídico si no que además los terroristas que desataron la Guerra Revolucionaria, hoy están amnistiados e impunes. Eso es ver la historia de un solo lado y no es justo, en toda guerra existen más de dos contendientes y las muertes son "bajas" no "homicidios".


¿Estos policías no tenían derechos humanos?


Gracias al señor Pablo Caruso conductor del programa “EL CALLEJÓN DEL GATO” que se emite por Radio Cultura de lunes a viernes a partir de las 6 de la mañana. Se sugiere que prestar especial atención a las palabras con que el Sr. Caruso inicia el reportaje.

Además les dejamos la  grabación que al programa emitido el lunes 31 de octubre de 2011.

EL CALLEJÓN DEL GATO
Click aquí y arranca el programa radial

Fuente: *** M U S E O_ de la_ M E M O R I A ***
GUERRA CONTRA LA SUBVERSIÓN (1970 - 2011)




Viernes 28 de octubre de 2011 | Publicado en edición impresa
Editorial I
Derechos humanos para algunos

La búsqueda de la verdad y la justicia respecto de lo ocurrido en los años 70 debería realizarse sin ninguna impunidad.

Los derechos humanos constituyen los valores más preciados de todos los habitantes. El derecho a la vida, a la integridad física y psíquica está consagrado en la Constitución Nacional y los tratados internacionales, y por ello exigen un Estado muy activo para su protección.

Pero la realidad de la convivencia ciudadana indica que permanentemente se producen colisiones entre los derechos de unos y otros. En nuestro país, el derecho a manifestarse o a peticionar, por ejemplo, suele afectar otro derecho igualmente legítimo de los demás ciudadanos, como es el de circular libremente. Es justamente en esos casos que el Estado debe intervenir para encontrar equilibrio en las posiciones, irradiando mesura en primer lugar, empatía por los planteos de todos y especialmente apego a la ley. Nuestro gobierno, por el contrario, ha demostrado en muchos de los episodios con derechos vulnerados una gran incapacidad para conciliar intereses contrapuestos.

Los derechos humanos comprenden por definición a todas las personas por el simple hecho de su condición y abarcan cualquier lesión o restricción a los bienes básicos que hacen a su dignidad. De allí, pues, se desprenden sus características distintivas: integridad y universalidad.

A contramano de ese concepto abarcativo, el gobierno nacional y algunas agrupaciones afines incurren con frecuencia en visiones sesgadas con relación a la lucha por los derechos humanos, ya que privilegian la reivindicación de un sector, movilizados por problemáticas con contenido político o ideológico. Incluso se direcciona el esfuerzo hacia los derechos avasallados de antaño por sobre las lesiones actuales. Pero la manipulación en su máxima expresión del concepto de los derechos humanos, sumado a la mentira y el absurdo, está dada por la pretendida impugnación de una operación comercial absolutamente lícita, como lo es la compra de Papel Prensa, y bajo el pretexto de que allí es aplicable la lesa humanidad propia de la violación de estos derechos.

En línea con esta concepción es que muchos de los organismos de derechos humanos nacidos durante el último gobierno militar para denunciar los delitos de la dictadura centralizan sus reclamos en la reparación de los derechos vulnerados hace más de 30 años a una parte de las víctimas de la violencia armada de los 70.

Las condenas del primer juicio por los crímenes cometidos en la ESMA han sido un paso adelante contra la impunidad. Pero también hay que reconocer que, mientras tanto, se opta por ignorar y no sancionar a los culpables de las demás víctimas, e incluso las de civiles, totalmente ajenas al conflicto de los años 70. Falta una lucha solidaria e integral por los derechos de todos los involucrados en aquella tragedia de nuestra historia.

En este sentido, cabe destacar lo afirmado por Arturo Larrabure, hijo del coronel asesinado por la subversión, en una carta publicada por La Nacion, en la que solicitó que así como el Gobierno creó el Fútbol para Todos, también impulse los "derechos humanos para todos".

En muchos y gravísimos atentados a los derechos humanos de todos no se percibe del Gobierno ni de esas organizaciones fuerza para condenarlos. Las muertes de niños indígenas por desnutrición en Salta o las ocasionadas por represión policial en Jujuy no originaron manifestaciones de condena, a pesar de lesionar el derecho humano más importante: el derecho a la vida.

En ese sentido, resolver las desapariciones de más de 300 niños y adultos que hoy continúan sin paradero en nuestro país parecería no ser una prioridad para algunas organizaciones de derechos humanos, quizá con la excepción de Jorge Julio López, cuya desaparición se presume producida en el marco de los juicios a los represores.

Asimismo, muchas otras violaciones de los derechos humanos en el mundo tampoco generan críticas, llegando al extremo de la titular de Madres de Plaza de Mayo, quien ha justificado y aplaudido la caída de las Torres Gemelas.

Las matanzas perpetradas por líderes mesiánicos de regímenes dictatoriales como Egipto, Siria, Túnez o Libia contra su propia población que se manifiesta o protesta por cambios democráticos tampoco generaron ni un tibio pronunciamiento del gobierno argentino.

El caso de Cuba es otra expresión muy clara del componente ideológico del que están imbuidos algunos defensores de los derechos humanos. Las violaciones flagrantes que se suceden en la isla desde hace más de 50 años son absolutamente ignoradas, e incluso su eterno líder Fidel Castro fue aclamado y distinguido en su paso por nuestro país en 2003. Las Damas de Blanco, mujeres valientes que se oponen a un régimen tiránico, no reciben el apoyo y solidaridad que correspondería. Es paradójico que muchas de las personas que sufrieron el exilio durante el gobierno militar y encontraron eco en el mundo para hacerse oír y denunciar los excesos ahora piensen que lo que sucede en Cuba es un tema interno de ellos y no una ofensa a la dignidad del ser humano.

La lucha por los derechos humanos debería implicar la defensa irrestricta de cualquier ataque a la dignidad del hombre, sin distinción alguna respecto del sujeto que lo ejecuta, su motivación y las circunstancias de lugar, nacionalidad, origen étnico, religión, signo político, posición ideológica o cualquier otra condición.


¿Estos niños no tenían derechos humanos?

PRONUNCIAMENTOS SOBRE EL VEREDICTO


DECLARACIÓN DE LA
ASOCIACIÓN DE ABOGADOS POR LA JUSTICIA Y LA CONCORDIA

Es la mentira, que no la verdad,
lo que prevalece en esta tierra.
Jr 9,2

La sentencia dictada en la llamada ‘Causa ESMA’ es otra vuelta de tuerca al orden jurídico argentino y nuevo motivo de profunda pesadumbre para quienes hicimos del Derecho algo más que un medio de vida.

Duele, en efecto, asistir otra vez a la violación flagrante no solamente de las leyes y la Constitución, sino de los fundamentos y principios que las sustentan y sin los cuales aquellas son huecas declamaciones.

Duele comprobar que esto ocurre por la decisión de hombres investidos del poder –no de la autoridad, claro– que tienen los jueces de la república.

Duele ver que la Argentina ha elegido vivir según las leyes y procedimientos de los tiempos bárbaros: manda la fuerza bruta, se obedece a una minoría vociferante y mentirosa.

Duele, en fin, ver en funcionamiento una vez más ese ‘derecho de dos velocidades’ que denunciamos dos años atrás y que no es otra cosa que un hipócrita sistema de dos pesas y dos medidas.

En la Argentina de nuestros días, pues, el ordenamiento jurídico ha abdicado de su misión de instaurar el orden, para transformarse en sirviente de los ‘proyectos’ y ‘modelos’ pergeñados por el poder político.

A esto que los sembradores de odio y los servidores de la mentira llaman ‘justicia’, le falta para ser tal el criterio de la verdad. Y ésta no puede ser reemplazada por los fallos de la Corte o los libros del señor Lorenzetti.

La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia hace oír su voz para manifestar su repudio y formular una advertencia: estemos prevenidos, porque no hay justicia en la Argentina. Y si no la hay, tampoco habrá paz.

Buenos Aires, 31 de octubre, 2011.



lunes, 31 de octubre de 2011

Otra vez la persecución a militares

Dice el refrán: “mal de muchos, consuelo de tontos”, la palabra consuelo significa: descanso y alivio de la pena, molestia o fatiga que aflige (causa molestia o tristeza, preocupa) y oprime el ánimo. Este refrán se usa cuando existe algo malo que afecta a muchas personas y aunque alguna de ellas pueda sentir que el mal es menor porque lo está sufriendo mucha gente, en realidad no estará mejor porque el resto estén como ella.

La organización UNOAMÉRICA, a través de su representante en nuestro país, no hace saber que en Perú existe otra persecución a militares. Por los medios de comunicación nos enteramos que en Uruguay, piensan hacer lo mismo. No es consuelo para nuestro país que lo malo que nos ocurre, también se repita en otras latitudes, no podemos sentirnos mejor. Sólo un tonto se consolaría porque el resto está igual que él, ya que el hecho de que en nuestro continente existan  muchos soldados con problemas por haber combatido el terrorismo, no soluciona nuestros problemas… solo nos produce una profunda decepción de ver como se comportan –en realidad- las llamadas organizaciones de defensa de los derechos humanos.


¿Ahora se vé mucho más claro? Esperamos que si!

Otra vez la persecución a militares

                                                                             
Por  el Dr. Sergio Tapia Tapia (x)


           La noticia causó peculiar alboroto, por coincidir con la estadía del Ministro de Justicia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington.

            Los datos son insuficientes aún, para dar una opinión integral sobre este problema de indudable interés nacional, causado por un centro de decisiones en el exterior. Porque, los Informes de la CIDH en los que se pronuncia sobre presuntas violaciones de derechos humanos, son de carácter reservado, y con expresa prohibición al Estado de difundir su contenido (artículo 44.2 del Reglamento de la CIDH).
 

          Sin embargo, de las declaraciones del Ministro de Justicia, desde Washington, se sabe que la CIDH emitió un Informe sobre el caso “Chavín de Huántar” (rescate de rehenes en la embajada de Japón en Lima, en abril de 1997), que fue recibido durante el gobierno de Alan García; que en este gobierno de Ollanta Humala se ha solicitado a la CIDH dos prórrogas para poder estudiar la problemática que se plantea.
Los Informes de la CIDH contienen la visión de los dos grupos de sus integrantes: los 7 comisionados y una veintena de asesores burocráticos; de distintas nacionalidades pero con un común denominador: su público compromiso ideológico socialista, y haber militado en ONGs que se han caracterizado por ser profundamente anti-militares. Por lo tanto, en los últimos tres decenios la opinión de la CIDH, en materia de lucha contra el terrorismo comunista, ha tenido la lamentable tendencia de aplicar el llamado “derecho penal del enemigo” político. Censurando a las fuerzas armadas de los países hispano-luso-americanos, con todo el poder internacional posible, para destruirlas. Estos recursos están vedados por la ética de la función pública, nacional e internacional, y están censurados por el derecho penal universalmente. Sin embargo, todo depende de quién lo hace, y contra quién se hace. Así de sencillo.


            Qué tan grave puede ser lo que les espera a los militares de la operación de rescate de rehenes “más exitosa” del mundo. Pues, que las recomendaciones de la CIDH los relacionen con la violación de los derechos humanos de los terroristas. Pero, esto no es todo lo que puede pasar.
  
         Además, la CIDH puede entablar una demanda contra el Estado, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de San José de Costa Rica (Corte IDH). Y, así las “recomendaciones” puedan ser transformadas en “obligaciones imperativas” para el Estado.
       
    Finalmente, hay que reparar en que todo el equipo que el actual gobierno ha designado para atender las “recomendaciones” de la CIDH y defender los intereses nacionales ante la Corte IDH, provienen de las canteras de quienes en los últimos 25 años ó lucran ó se regocijan ideológicamente denunciando al Estado peruano, por las operaciones antisubversivas de nuestras fuerzas armadas. Lo que pone en duda la imparcialidad que tendrán en este embrollo, sobre todo cuando los interesados, o sea los mismos comandos militares y sus abogados, no participan ni en las sesiones ante la CIDH, ni en las audiencias ante la Corte IDH.

(x)  Director Jurídico de UnoAmérica en Perú

domingo, 30 de octubre de 2011

Curiosidades argentinas y chilenas

28-10-2011

Aplaudiendo la condena por la ESMA... ¡¡Galvarino Apablaza!!

La Argentina sigue siendo un país de grandes curiosidades, de blancos y oscuros pronunciados. Mientras se dictaban las penas a los ex marinos imputados en la Causa ESMA se pudo observar que, entre los numerosos activistas de izquierda que vivaban las condenas, se encontraba el "comandante Salvador”, Sergio Galvarino Apablaza...


Por Juan Bautista Yofre
  
Es oportuno recordar al personaje para tener presente la contradicción:

(Urgente24). Fue un día de un calor sofocante de junio de 1974 cuando Volodia Teitelbaum, titular del Partido Comunista de Chile (PCCh), descendió en el aeropuerto de La Habana. Era la máxima autoridad partidaria porque Luís Corvalán se encontraba preso del gobierno de Augusto Pinochet en la isla Dawson (luego fue canjeado en Zurich por el disidente soviético, Vladímir Bukovski dentro de los términos de la “Guerra Fría”). Teitelboim vivía en Moscú y lo esperaban en el aeropuerto José Martí los dirigentes chilenos del PC, Rodrigo Rojas, Orel Vician y Julieta Campusano, todos encargados de recibir a sus compatriotas que se refugiaban en “la perla del Caribe”.


La principal actividad del alto dirigente comunista fue su cita en el Palacio de la Revolución, al que solo concurrió con Rodrigo Rojas. Allí era esperado por Fidel Castro Ruz, en ese entonces a punto de cumplir 48 años, su hermano Raúl, Ministro de Defensa; Manuel Piñeiro Lozada, “Comandante Barbarroja”, el jefe del Departamento América y responsable de la exportación de la revolución cubana a América Latina y Carlos Rafael Rodríguez, vice primer ministro y máximo exponente del viejo partido comunista cubano.


Los chilenos entraron a la reunión y lo primero que escucharon del líder cubano fue un reproche: “El gran error del gobierno de (Salvador) Allende fue no contar con una fuerza militar que lo defendiera”. Sabía lo que decía porque hasta el final los comunistas se habían inclinado por “la vía legal” dentro del gobierno de la Unidad Popular, a diferencia de los socialistas, el partido de Allende, encabezados por el senador Carlos Altamirano, en ese junio del ’74 refugiado en Alemania Oriental. A renglón seguido, Castro dijo que no veía una salida a través de la “vía armada” para enfrentar a la Junta Militar, por lo tanto ahora ofrecía que las academias militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba formaran a los jóvenes militantes comunistas como futuros oficiales de “un nuevo ejército democrático de Chile”. Teitelboim y Rojas aceptaron la sorpresiva oferta y antes de  abandonar la sala de reunión escucharon de Castro la siguiente frase: “Este acuerdo lo voy a guardar yo en mi caja fuerte, porque es el acta de nacimiento del nuevo ejército democrático de Chile”.


De esta manera los jóvenes chilenos dejaban de graduarse como guerrilleros en “Punto Cero” (por donde pasaron miles de latinoamericanos que sembraron de terrorismo América  Latina) para pasar a ser oficiales graduados en la Escuela Militar “Camilo Cienfuegos”. Esa camada de jóvenes chilenos constituiría el “Frente Patriótico Manuel Rodríguez” (FPMR), brazo armado del Partido Comunista de Chile. Por otra parte, para el comandante Castro era su revancha con la historia: él había disentido con Allende en cuanto a que no se podía hacer una revolución “socialista” a través de las urnas.

Entre los tantos chilenos que se presentaron a las escuelas militares de elite y vistieron uniformes verde oliva se destacó Juan Gutiérrez Fishmann, “El Chele”, que tenía la ventaja de ser el yerno de Raúl Castro y que se halla prófugo de la justicia chilena por su actuación en el secuestro de Cristián Edwards y el asesinato de Jaime Guzmán. Otro era “Salvador”, Sergio Galvarino Apablaza, quien llegaría a ser el jefe de la organización terrorista.


La primera experiencia de guerra de algunos de los noveles oficiales chilenos fue en 1978, cuando Castro los mandó a reforzar la ofensiva contra “Tachito” Somoza en Nicaragua, junto con otros latinoamericanos en donde no faltaron argentinos del PRT-ERP y Montoneros. También pasaron por tierras africanas y El Salvador.

Dos años más tarde, septiembre de 1980, Luís Corvalán que ya residía en la Unión Soviética anunció por Radio Moscú la ofensiva militar contra Pinochet, y entre julio y septiembre de 1983 cuatro “comandantes” del FPMR, formados como oficiales en las academias de Cuba entraron en Chile, luego de ser despedidos solemnemente por el propio Fidel Castro. Guiados por éstos oficiales oleadas de futuros combatientes fueron entrando a Chile hasta llegar a un número cercano a 400. Había dos tipos de niveles: los oficiales y los “mandos medios” instruidos en “Punto Cero” y otros centros PETI (Preparación Especial de Tropas Irregulares).

Para los estudiosos de la cuestión, recién en 1985 el FPMR estaría en un 100 por 100 para operar militarmente en todo Chile, pero las primeras acciones se realizaron en 1983 cuando asesinaron al carabinero José Miguel Jonquera, cuando custodiaba un camión de caudales y el asesinato del intendente de Santiago, Carol Urzúa, operativo que habría comandado el “comandante Ramiro”, Mauricio Hernández Norambuena. En sus primeros cuatro años de vida, el Frente realizaría alrededor de siete mil atentados. También en esos  años se destacaría el “comandante” Raúl Pellegrin, “José Miguel”. Todo esto sucedía mientras en octubre de 1985 la dirigencia política de derecha, centro e izquierda política firmaron el “Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democraciacon el aval de la Iglesia Católica y sin la participación del Partido Comunista.

El 24 de mayo de 1986, de la mano de la Inteligencia castrista y por el jefe de la División de Tropas Especiales del Ministerio del Interior, comandadas por el general cubano Alejandro Ronda Marrero (y el chileno Guillermo Teillier, “Sebastián Larraín” jefe de la Comisión Militar del PCCh) se logró introducir en Chile 80 toneladas de armamentos por la caleta Carrizal Bajo en las costas de la Tercera Región, pero la Central Nacional de Inteligencia (CNI), el 6 de agosto de 1986, incautó gran parte del material de guerra: 3.115 fusiles, 300 lanzacohetes, unas dos mil granadas y decenas de ametralladoras pesadas más explosivos. A pesar de la importante pérdida algunas reservas se salvaron y otras ingresaron desde la Argentina por el Sur de Chile. Para el PCCh y el FPMR, 1986 había sido declarado como el “Año Decisivo” para derrocar a Augusto Pinochet a través de la “Sublevación Nacional”.


El 7 de septiembre del mismo año se realizó la fallida “Operación Siglo XX”, comandada por José Joaquín Valenzuela Levi, el "comandante Ernesto" (entrenado en Cuba y Bulgaria) y Cecilia Magni, la "comandante Tamara", contra el propio Augusto Pinochet cuando se dirigía desde su residencia en El Melocotón hacia Santiago. Murieron 5 escoltas del Presidente y Pinochet fue herido en sus manos.

Como resultado del fracaso de “Siglo XX” y otros errores militares se produjo un quiebre dentro del FPMR del que fue meticulosamente informado Fidel Castro en julio de 1987. En esa ocasión el jefe cubano dijo que “no vamos a dejar solos a esos muchachos” cuando el  comunismo chileno decidió desmovilizar su brazo armado. Al poco tiempo nación el FPMR Autónomo (o Frente Autónomo) que siguió realizando operaciones militares, como los atentados al coronel Carreño (septiembre de 1987) y al fiscal Torres (mayo de 1988). Es el año en que declara la “Guerra Patriótica Nacional”. En el lanzamiento de la nueva campaña (octubre de 1988), el líder del grupo, Raúl Pellegrín Friedmann, perdió la vida tras la toma del poblado de “Los Queñes”. Su muerte, sumada a la de Cecilia Magni que le acompañaba, significó un duro golpe para los militantes que integraban el Frente Autónomo. Su reemplazo al mando del FPMR fue asumido por Sergio Galvarino Apablaza, el "comandante Salvador", quien fue secundado en la comandancia por Juan Gutiérrez Fischmann y Mauricio Hernández Norambuena.

Con la llegada de la democracia a Chile en marzo de 1990, el FPMR redujo la intensidad de sus acciones. Luego del asesinato del constitucionalista y senador Jaime Guzmán Errázuriz (1 de abril de 1991) y del secuestro de Cristián Edwards -hijo del empresario Agustín Edwards, propietario del diario “El Mercurio” (9 de septiembre de 1991), cesó sus operaciones militares hasta 1996. En todas las instancias de la investigación se comprobó que Cuba estuvo siempre detrás de todas las “operaciones militares”.

De acuerdo con la versión más conocida, los autores materiales del asesinato del Senador Nacional Jaime Guzmán, fundador de la Unión Democrática Independiente (UDI), fueron los militantes del Frente Patriotico Manuel Rodriguez (FPMR), Ricardo Palma Salamanca, “El Negro” y Raúl Escobar Poblete, mientras que los autores intelectuales eran Galvarino Apablaza, Mauricio Hernández Norambuena y “El Chele” Juan Gutiérrez Fischmann. La operación se preparó en Cuba, según fuentes de Inteligencia, desde fines de los años 1980.

El 30 de diciembre de 1991, en una espectacular operación que incluyó el uso de un helicóptero, el FPMR logró que se escaparan Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz Hoffmann, Mauricio Hernández Norambuena, “comandante Ramiro” y Patricio Ortiz Montenegro, frentistas que se encontraban recluidos en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago acusados de diversas acciones militares. En esa ocasión, el comando de rescate liderado por Raúl Escobar Poblete utilizó fusiles M-16 ingresados en 1986 por Carrizal Bajo.

En 1997, el hombre del Departamento América en la embajada de Cuba en Chile era José Luís Ojalvo. Tenía un frondoso currículo: en 1966 había trabajado con el “Che” Guevara cuando éste recaló en Checoslovaquia preparando la invasión a Bolivia (pero cuyo destino final era la Argentina) y estuvo destinado en varios países. A mediados de 1997, la inteligencia chilena interceptó unas veinte comunicaciones realizadas desde Cuba hacia su oficina por tres de los cuatro frentistas que se habían fugado de la Cárcel de Alta Seguridad. Dos de ellos (Hernández Norambuena y Ricardo Palma Salamanca) habían sido condenados a prisión perpetua por el asesinato de Guzmán. El juez que investigó la evasión mandó exhortos a La Habana pero nunca fueron respondidos, como tampoco se dijo nada de “El Chele” yerno de Raúl Castro. Cuando el embajador de Cuba en Santiago se enteró de la “filtración” telefónica, Ojalvo fue trasladado a Cuba y poco más tarde “murió”.