miércoles, 17 de diciembre de 2014

EL CURRO ASOMA


Las declaraciones de Sergio Massa y de Mauricio Macri alborotaron otro avispero oficial, el de los Derechos Humanos, en sus dos vertientes, la de Hebe y la de Estela. Pero la encargada de salir al cruce fue Cristina Fernández: "Alguien dijo que si era presidente iba a terminar con el curro de los derechos humanos. No da bronca, da mucha pena". "No hay que enojarse, hay que tener pena. Y también recordar que muchos de ellos tuvieron que ver como civiles con lo que fue un mandato: porque los que están presos son los militares, pero los que se beneficiaron económicamente están al frente de muchas empresas y vivitos y coleando".


En realidad la situación se viene marcando desde hace tiempo.

De a poco hay elementos que aparecen y muchos despistados suponen que todo es nuevo y recién se enteran. Pero ¿se puede hablar de curro de un tema tan espinoso como el de los Derechos Humanos? Parece que sí, pero hay muchos que lo sabían y hacen como que recién lo descubren.


Una de las figuras que trabajó en los derechos humanos y formó parte de quienes armaron la CONADEP fue Graciela Fernández Meijide. Cometió el imperdonable pecado de la honestidad diciendo la verdad: "Los desaparecidos no eran 30.000" y dando su estimado de 7954 casos documentados.

Al pedir a los organismos de derechos humanos que "digan la verdad", se condenó al olvido, al ostracismo.


El exfiscal del Juicio a las Juntas, Julio César Strassera, de quien no se puede esperar una parcialidad hacia los militares sostuvo que "se están cometiendo atrocidades" contra los represores detenidos por crímenes de lesa humanidad y pidió "terminar" rápidamente con los juicios, respaldando al jefe de gobierno Mauricio Macri al decir que "este es el curro de los Derechos Humanos".

Según Strassera: "Los derechos humanos, a mi juicio, son aun para los violadores de los Derechos Humanos. Y resulta que un homicida violador, con 70 años de edad va a su casa, pero un militar con 90 años, con una enfermedad terminal, tiene que estar detenido en la cárcel. Me parece una barbaridad".

El exfiscal dejó algo en claro: "Lo que pasa es que esto no es justicia, es venganza. Se acabó.

Ojo, yo no voy a defender a los que acusé. Pero realmente se está condenando a muchos sin prueba". La gravedad de los dichos podría esperar cualquier tipo de acción, pero ¿quién se anima a hacerlo con Strassera? ¿acaso Gils Carbó? Lo complejo de la situación es quiénes son los responsables finales, y en sus declaraciones lo deja en claro: "Yo soy radical, todo el mundo lo sabe, pero aplaudo lo que dijo Macri porque dijo la verdad. Es el curro de los Derechos Humanos porque el partido hoy gobernante avalaba la ley de autoamnistía, se negó a formar parte de la CONADEP, jamás se preocuparon por los Derechos Humanos. Nunca. Jamás. Ni Néstor Kirchner ni su mujer. Y ahora vieron el negocio y ¿ahora están desesperados por los Derechos Humanos? Me parece de una hipocresía gigantesca".


La hipocresía gigantesca es la que mantiene centenares de presos sin proceso en condiciones lamentables; la que chantajea a las familias y la que destina a las asociaciones cantidades ingentes e incomprobables de dinero.

El curro existe, afortunadamente se lo está conociendo e identificando, los derechos humanos no pueden ser patrimonio de una banda, como tampoco son derechos de unos y no de otros. Si hacer negocio con ellos es deleznable, mucho más es tergiversar su identidad.



NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

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