sábado, 20 de febrero de 2016

SUSCEPTIBILIDAD


LA NACION – 19feb16

Estela de Carlotto dijo inexplicablemente que la visita del presidente Macri a la ex Esma hiere su "susceptibilidad". Pero uno se pregunta cuál es la susceptibilidad de la señora de Carlotto. ¿Será la misma que la llevó a acusar falsamente durante años a la señora de Noble de apropiarse ilegítimamente de hijos de desaparecidos o al actual papa Francisco de ser cómplice de desapariciones, y además sin pedir nunca perdón por esas calumnias? ¿O será la que la llevó a defender rápida y prematuramente al general Milani, militar favorito del kirchnerismo, acusado de graves delitos contra los derechos humanos que ella misma predica? Tanta susceptibilidad a veces abruma.

Roque A. Sanguinetti


jueves, 18 de febrero de 2016

LA HISTORIA DE UN HOMBRE BUENO EN LOS TIEMPOS (TERRIBLES) DEL HOLOCAUSTO

Por Ricardo Angoso
@ricardoangoso
Nicholas Winton era el típico agente de bolsa británico: frívolo, superficial, clasista y amante de la buena vida. Había nacido en la ciudad inglesa de Hampstead, en 1915, en el seno de una familia  judía acomodada. Recibió todo en su vida y nunca le faltó de nada.  Era hijo y nieto de banqueros y nunca pensó en nada más que no fuera su confort y felicidad. El mundo de afuera de su casa no le interesaba y mucho menos le interesaban los sufrimientos de otros.

Tras terminar sus estudios, Winton se hizo agente de bolsa y comenzó a ganar dinero a raudales. Era un hombre con suerte en la vida pero algo se cruzó en su camino y le cambió la existencia para siempre. En diciembre de 1938, Winton tenía planeado irse a esquiar a Suiza -un plan de vacaciones que muy pocos en aquella época podían pagarse- y todo iba sobre ruedas, ilusión creciente por medio me imagino, hasta que recibió una llamada.

El joven Nicholas Winton

Era su amigo Martín Blake. Le invitó a cambiar su plan inicial por un viaje a Praga. Tenía que contarle algo importante. Corría el año 1938, muy pronto iba a estallar la Segunda Guerra Mundial y millones de judíos serían asesinados durante el Holocausto, o "la solución final", que decían los nazis. "No te molestes en traer los esquíes", le dijo Blake con ironía. Ya en Praga, su amigo le explicó cuál era la situación para los judíos y el futuro que les esperaba. Miles de seres humanos, si alguien no lo remediaba, morirían en los próximos meses.

Ni corto ni perezoso, Nicholas Winton se puso manos a la obra y montó una oficina improvisada en la propia habitación de su hotel para salvar vidas. Su idea era sacar del país a los niños judíos y llevarlos a Londres. ¡Qué locura ad portas de una guerra llevar a cabo tal labor! Muy pronto tejió relaciones con numerosas embajadas y organizaciones. Solo Suecia y el Reino Unido recibirían a sus niños. Las demandas de envío, tan pronto se conoció la presencia de Winton en Praga, crecían por centenares, mientras que el dinero y los medios eran muy pocos.

LOS FAMOSOS DE TRENES DE WINTON

Para cumplir sus planes, Winton utilizó sobre todos los trenes que salían de Praga hacia Europa y, en alguna ocasión, también el avión. En total, según recordaba el escritor Luis Algorri, "Nicholas Winton salvó así la vida de 669 críos checos, todos judíos. Lo hizo con la ayuda de un teléfono, de los cuáqueros, de los rotarios, de los masones, de los Lions de Dios y su madre, y con una voluntad indoblegable".


A la hora en que tuvo que marchar desde Praga a Londres, ya que su trabajo le impedía seguir por más tiempo en la capital checa, en el Reino Unido Winton fundó el Comité Británico para los Refugiados de Checoslovaquia, sección niños, formado por su madre, una secretaria, varios voluntarios y el mismo. Tuvo una voluntad de hierro para salvar a esos centenares de niños en una Europa que prefirió mirar para el otro lado cuando los nazis habían comenzado la persecución de millones de judíos. Y cuando ya habían ocupado Checoslovaquia, entregada ignominiosamente a los alemanes por Francia y el Reino Unido tras la firma del Pacto de Munich, en 1938.

Cuando ya la guerra se avecinaba, Winton organizó el último convoy de la vida hacia Londres.  Era el octavo tren que preparaba. Tenía que salir de Praga el fatídico uno de septiembre de 1939 y en esos vagones iban a viajar otros 250 niños, pero ese mismo día Alemania invadió Polonia y cerró las fronteras por años. El transporte, literalmente, desapareció. Nunca se volvió a saber nada de esos 250 jóvenes, incorporándose a la larga lista de los 15.000 niños que perecieron asesinados en la antigua Checoslovaquia durante la Segunda Guerra Mundial. Se calcula que de los 357.000 judíos que había en ese país antes del ocupación nazi solo sobrevivieron 17.000 del exterminio; más del 90% de la población judía fue asesinada.

Pero Winton, el hombre que había salvado a centenares de niños cuando otros no hacían nada habiendo podido hacerlo, nunca quiso nada para sí mismo. Ni honores, ni premios, ni medallas, simplemente la satisfacción de haber hecho el bien en esos tiempos terribles y turbulentos cuando la vida se iba a través de las tristemente famosas chimeneas de Auschwitz.


"En 1988 la esposa de Mr. Winton encontró un viejo cuaderno lleno de nombres, fotos, fechas y direcciones. Lo comprendió todo. Un día, la BBC convenció al anciano Nicholas para que acudiera, como figurante del público, a una programa tonto. La presentadora dijo: "Vera Gefen, ¿sabes que está sentada al lado de Nicholas Winton?". El viejo se quedó helado cuando aquella señora de unos sesenta años le abrazó y le besó: "Usted me salvó la vida, le dijo". El bueno de Nicholas comenzó a limpiarse las lágrimas con los dedos por detrás de las gafas. Dos minutos después se pusieron en pie, a su alrededor, decenas y decenas de personas más: a todas les había salvado la vida aquel viejito tembloroso que no hacía más que llorar y sonreír rodeado de sus niños", escribiría Algorri en un texto muy bello publicado recientemente.


Después de ser conocido su caso a través de la televisión y de varios tabloides británicos, Winton recibió el merecido homenaje de su sociedad y comenzaron a llegar los premios, las medallas y el reconocimiento internacional por unos hechos que le elevan a la categoría de héroe de nuestro tiempo. Cuando abunda tanta mediocridad, insensibilidad ante el dolor de los demás y, sobre todo, tanta superficialidad ante la vida, el ejemplo de Winton nos llena de emoción. Por cierto, si viajan a Praga no dejen de visitar la vieja estación de trenes y contemplar en una de sus salas una estatua de bronce que representa a un hombre de gafas, vestido impecablemente, con un niño  a su lado, con cara de dolor y resignación, y con una vieja maleta. Es el homenaje póstumo de Praga a Winton, ese hombre bueno que no se resignó a quedarse con los brazos cruzados cuando el terror y la muerte se apoderaron de las calles de Europa[1].




[1] Nicky's Family (Familia de Nicky) es una película que cuenta la historia casi olvidada de Nicholas Winton, un inglés que organizó el rescate de 669 checa y eslovaca niños justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Fue nombrado caballero por la reina Isabel II y la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó H. R. 583 reconociendo su notable obra. Decenas de "niños" de Winton se han encontrado y hasta el día de la fecha, su familia ha crecido a casi 6.000 personas. Falleció el 1 de julio de 2015 a la edad de 106 años.

miércoles, 17 de febrero de 2016

PRESENTACIÓN: "LOS OTROS MUERTOS"


FESTIVAL DE ASCENSOS FANTASMA EN LAS FUERZAS ARMADAS

Por Fernando Morales

El Ministerio de Defensa descubrió que muchos colaboradores de los jefes de las fuerzas recibieron una promoción sin pasar por el Senado. El caso Berni es sólo la punta del iceberg de las irregularidades

Las tres fuerzas están en la mira por las irregularidades
en los ascensos

 

Sin solución de continuidad, las situaciones irregulares, antirreglamentarias e incluso ilegales saltan a los ojos de funcionarios atónitos del Ministerio de Defensa, que no dan abasto a atender todas al mismo tiempo.

Entre las perlas heredadas se encuentra la adopción ya con carácter institucional por parte de las tres fuerzas armadas de un "grado" adicional para el personal superior, que viola expresamente la Ley 19.101, mejor conocida como "Ley para el Personal Militar". Esa promoción comenzó en su momento a ser utilizada como una herramienta administrativa provisoria para mejorar la categoría de unos pocos oficiales, pero en la "década ganada" se convirtió en una descarada forma de "puentear" al Congreso.

LOS JEFES DE LAS FFAA OTORGARON A MUCHOS DE SUS ALLEGADOS UN ASCENSO SIN PASAR POR EL CONGRESO

En la década del 90, el Ejército incorporó con carácter de "distinción transitoria" la jerarquía de Coronel Mayor por iniciativa del General Martín Balza. La misma estaba destinada a coroneles en condiciones de ascender al grado de General de Brigada, pero que por falta de vacantes no podían acceder al generalato pese a estar en condiciones de cubrir un cargo para ese grado.

Quienes eran "distinguidos" en ese entonces detentaban esa jerarquía durante un año. Si al año siguiente no obtenían sus palmas de general, pasaban a retiro como simples coroneles.

Con el paso del tiempo, y a falta de mejores logros, la Armada y la Fuerza Aérea crearon las figuras de "Comodoro de Marina" y "Comodoro Mayor". Allí comenzó el festival de ascensos, aseguran allegados al nuevo ministro. Ahora en la Armada también existe la figura de "Comodoros Permanentes y Transitorios".

Grados del personal del Ejército Argentino

Sin ningún control político ni parlamentario, los Jefes de Estado Mayor de las fuerzas fueron "ascendiendo" a sus colaboradores con ese mecanismo. En especial a muchos que no pasarían el filtro de la Comisión de Acuerdos del Senado por cuestiones diversas. Ya entrados en confianza, la otrora distinción fue convertida en un grado liso y llano, tal como se desprende de las propias webs de las fuerzas.

En el Senado, por otra parte, ya se ha tomado debida nota de esta situación: en las listas con la nómina de personal para ascender al grado inmediato superior remitidas por el Poder Ejecutivo, los postulados figuran con el grado reglamentario que les corresponde conforme a la ley. Pero su título no se condice con las jerarquías que ese mismo personal ostenta en sus uniformes y hasta en sus tarjetas personales.

"Es como que se hubiera intentado forzar a todos y todas a salirse de la ley; a violarla o a ignorarla", comenta disgustado uno de los hombres de más confianza del flamante ministro. Lo cierto es que para intentar poner las cosas en orden, primero habrá que saber exactamente hasta dónde llega el desorden.

Los grados de oficiales superiores en la Armada


Una ley poco respetada

Una de las leyes que menos modificaciones ha sufrido desde su promulgación es la 19.101, sancionada el 30 de junio de 1971. Es la llamada "Ley para el personal militar".

Se trata de una norma de esas en las que el legislador procuró contemplar todo lo concerniente no sólo al personal militar en actividad; también legisla sobre los retirados, las pensionadas militares, las reservas y hasta los alumnos de los institutos de formación. Escalas salariales, tiempo de servicio, situaciones especiales, y una larga lista de etcéteras completan este texto normativo. Son 111 artículos más cuatro anexos y un texto reglamentario.

Redactada con una claridad que no deja margen para dobles interpretaciones, la ley incluye en su capítulo II "situaciones de revista" distintas previsiones relacionadas con licencias especiales que el militar en actividad puede pedir a lo largo de su carrera.

Ninguna de las previsiones de la ley (la única que rige la actividad) prevé que un militar pueda estar 7, 8 o 9 años de licencia especial por encontrarse desempeñando cargos políticos. Es más, el ejercicio de actos proselitistas relacionados con la política partidaria están especialmente vedados para el personal militar en actividad.

LA LEY 19.101 PROHÍBE EXPRESAMENTE QUE LOS MILITARES HAGAN POLÍTICA

Tal vez el caso más paradigmático de militares haciendo política partidaria (sin contar obviamente los gobiernos de facto) fue el del Teniente Coronel Juan Domingo Perón, que inició en ese grado su carrera política y por esas cosas de la historia terminó siendo Teniente General luego de más de 30 años de no pisar un cuartel.

En las antípodas ideológicas y de procedimiento respecto a Perón, el ex Capitán de Navío Francisco "Paco" Manrique, no solo esperó al retiro para dedicarse a la política, sino que además ya retirado pidió la baja de la Armada, para poder actuar libre de las ataduras que su condición de militar le imponían a la hora de realizar esta actividad.

El caso del General Antonio Domingo Bussi, es también particular. Gobernador de Tucumán durante la última dictadura militar, luego fue ungido mandatario provincial por el voto popular y posteriormente fue preso por ser imputado de violaciones a los Derechos Humanos.

Pero, sin lugar a dudas, el caso del Teniente Coronel Médico Sergio Berni no registra ningún tipo de antecedentes. Médico cirujano asimilado al Ejército, integró estando en actividad una lista partidaria obteniendo una banca en el senado de la provincia de Buenos Aires; de allí mutó a secretario de seguridad nacional y una vez terminada esta función, retornó al Senado. Incluso se dio el gusto de renunciar por un día hace algún tiempo para ocupar su banca y habilitar la sanción de una ley.

BERNI FUE APENAS UNO DE LOS NUMEROSOS CASOS DE VIOLACIÓN A LA LEY 19.101

Todo esto en abierta violación a ley del personal militar y los reglamentos del ejército, con la total complacencia de media docena de generales que sucesivamente debieron disponer su retiro obligatorio. Tuvo además la vista gorda de por lo menos tres ministros de Defensa y ni que hablar de la Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, la propia ex presidente de la Nación, Cristina Kirchner.

Personal del Ministerio de Defensa consultado indica que Berni era intocable; que muchas veces incluso trataba al general César Milani como a un par, ya que su jerarquía política y sobre todo su ascendiente con la ex presidente Cristina Kirchner lo ponía hasta por encima del todopoderoso general.

Berni llegó incluso a interponer un recurso de queja en su fuerza por no haber sido tenido en cuenta para su ascenso a Coronel hace dos años. Fue una clara demostración del total desconocimiento de la ley o al menos de la poca voluntad de cumplir con la misma.

Esta semana, el Ejército Argentino por orden del Ministro de Defensa, Julio Martínez, dispuso el pase inmediato a retiro del Teniente Coronel infractor. Habrá que ver qué medidas se toman con toda la cadena de mandos comprometida con el mantenimiento de esta situación irregular.


DISCURSO EMILIO EDUARDO MASSERA EN LA ESMA 1976

En la Escuela Mecánica de la Armada (E.S.M.A.), se realizó una ceremonia en memoria de los muertos por la patria y en actos de servicio, asisten de la ceremonia delegaciones de oficiales superiores, jefes, oficiales, personal de suboficiales y la totalidad del personal de ese instituto. Seguidamente se ve un discurso del Jefe del Estado Mayor de la Armada Vicealmirante Armando Lambruschini, donde menciona: “Por respecto a los que cayeron y caerán. Por respecto a los que sintieron su carne condecorada por las balas. Por los que están naciendo. Por los que tienen miedo y hasta por aquellos confundidos que después de esta honda tormenta quieran nacer como hombres libres. Por todos ellos hoy digo aquí, la muerte no vencerá porque todos nuestros muertos, desde los que cayeron combatiendo hasta los que cayeron en nuestras posiciones de servicio, todos, todos ellos han muerto para el triunfo de la vida”.

Luego pronuncia un discurso el Comandante en jefe de la Armada, Almirante Emilio Eduardo Massera, donde mencionó: “Lentamente, casi para que no nos diéramos cuenta, una máquina de horror fue desatando su iniquidad sobre los desprevenidos y los inocentes. En medio de la incredulidad de algunos, de la complicidad de otros y el estupor de muchos había comenzado la guerra, una guerra oblicua y diferente. Una guerra primitiva en sus procedimientos pero sofisticada en su crueldad. Una guerra a la que tuvimos que acostumbrarnos de a poco porque no era fácil admitir que el país entero se viera forzado a una monstruosa intimidad con la sangre. Entonces empezó la lucha, todos tuvimos bajas, hombre públicos y hombres anónimos, mujeres y niños, civiles y militares, de las fuerzas de seguridad y de la policía. Fueron alcanzando hora tras hora dolorosa notoriedad en las páginas de los diarios y casi no hubo noche en la Argentina que no se cerrara sobre un nuevo llanto, venciendo todos los obstáculos que le opuso a la incomprensión interesada. Un día las fuerzas armadas pasaron la ofensiva y allí en el noroeste nuestros valerosos camaradas del ejército empezaron una guerra riesgosa y paciente. Halle en este momento a esos hombres y a todos los hombres de las más diversas unidades que lucharon y volvieron o que quedaron para siempre en los frentes de combate, el más emocionado de nuestros recuerdos. Después las Fuerzas Armadas inician el proceso de reorganización de la Republica y ya con la responsabilidad del poder político en sus manos la ofensiva se torna más integral, más eficaz, y la Fuerza Aérea y la Armada que ya conocían en carne propia las heridas de esta guerra impúdica. Acentúan su participación militar y contribuyen con su heroísmo a la derrota del enemigo. Pero este conflicto que no es argentino sino internacional, ya que ha estallado con similar violencia en muchos otros países, tiene características e historia sin precedentes. En un primer análisis pareciera que tan solo están en pugna ideológica de signo opuesto pero si se penetra su esencia se advierte que las concepciones filosóficas y políticas enfrentadas son casi excusas intelectuales de un mal mucho más desgarrador. Es verdad, pero no toda la verdad que esto es una guerra entre el materialismo dialéctico y el humanismo idealista. Es verdad, pero no toda la verdad que esta es una guerra entre los idolatras de los más diversos tipos de totalitarismos y los que creemos en las democracias pluralistas. Es verdad, pero no toda la verdad que esto es una guerra entre la libertad y la tiranía. Lo cierto, lo absolutamente cierto es que aquí y en todo el mundo, en estos momentos luchan los que están a favor de la muerte y los que estamos a favor de la vida, y esto es anterior a una política o a una ideología, esto es una actitud metafísica. Estamos combatiendo contra leninistas, contra delirantes de la destrucción cuyo objetivo a la destrucción en sí, aunque se enmascaren en redentores sociales, por eso vemos sus inexplicables alianzas, por eso vemos sus inexplicables víctimas, muchísimas de ellas sin valor estratégico ni táctico. Por eso los vemos escribiendo en las paredes “Viva la muerte” y esa es la única vez que dicen la verdad. Así como en otros siglos ha habido peste que flagelaron al mundo durante mucho tiempo, así parece la humanidad de hoy asistir una novedosa y alucinante epidemia, la voluntad de matar”. Por último, se observa al Comandante en jefe de la Armada, Almirante Emilio Eduardo Massera, acompañado del Jefe del Estado Mayor de la Armada Vicealmirante Armando Lambruschini, colocando una ofrenda floral al pie de un monumento. (Edgardo Mesa/Magnetico)
Fecha: 2/11/1976



TESTIMONIOS DE UN ENCUENTRO CON SS FRANCISCO

Ana Barreiro es la señora esposa del ex mayor del E.A. Ernesto Guillermo Barreiro, quién al negarse a declarar dio inicio al levantamiento carapintada de Semana Santa de 1987, sufrió persecuciones, encarcelamiento, fue beneficiado por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final; actualmente encarcelado y juzgado por la comisión de supuestos delitos de lesa humanidad.

Su familia fue acosada por el Juez Ariel Lijo ante la falsa denuncia que su hija Irene podría ser hija de desaparecidos, cuestión que quedó dilucida ante estudios de ADN que demostraron lo contrario. El  lamentable accionar del juez Lijo tuvo una gran repercusión mediática  raíz de una “emboscada”, que le tendió a Irene Barreiro después de haberla acosado con un allanamiento en su casa, donde prácticamente la supuesta víctima fue tratada como una delincuente. Ver video.


Ernesto Barreiro y su familia no han dejado de luchar por su libertad, uno de sus cinco hijos es Juan que decidió hacer un peregrinaje a pie a Jerusalén por la paz y recientemente su esposa Ana Barreiro mantuvo una breve entrevista con SS Francisco en la plaza de San Pedro. De esa entrevista Ana hizo llegar un mensaje esperanzador para todos los Presos Políticos y sus sufridas familias; a continuación dejamos sus propias palabras contando la experiencia.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
Por una Nueva Década en Paz y para Siempre


Roma 11 de febrero de 2016

Queridos amigos

Sé que muchos han ido ya a ver al Papa para pedirle interceda y presione por la pronta libertad de nuestros Presos Políticos.

Y las familias se lo agradecemos infinitamente a todos

Aunque lo que abunda no daña y ojala muchos más pudieran hacerlo.

Gracias a dios estamos teniendo muchas señales de que pronto cambiara esta cruel e injusta situación.

Ana Barreiro entregando documentación a SS Francisco

Comparto con ustedes la alegría de haber sido invitada a viajar y asistir a la audiencia general de los miércoles en plaza San Pedro y tener la oportunidad de hablar unos minutos con su santidad previo entrega por supuesto de una carpeta que consta de muchas fotos de los nietos de los Presos Políticos, cartas de algunos hijos y nietos pidiéndole al Papa la pronta liberación de sus abuelos.

Dado que el castigo a los Presos Políticos se hizo transitivo a sus familiares como lo expresara en Tucumán (2014) el ex viceministro de defensa Alfredo Forti “ahora iremos por sus familias” y vinieron...

Mi pedido (también por escrito) fue encarado desde el punto de vista de los derechos del niño y los DDHH que se le violan a los nietos de los Presos Políticos (adjunto fue la legislación  internacional de los derechos del niño, cuyos varios puntos pueden aplicarse al caso que nos compete).

Dijo Mandela “lo que más me hizo sufrir en mis años de prisión fue el no poder relacionarme con los niños”.

Ana Barreiro y su hijo Juan el peregrino

En nuestra escueto pero intenso dialogo su santidad me expreso que estaba totalmente en claro de todo, que hizo lo imposible para que el gobierno anterior solucionara el tema y no pudo lograrlo pero que con este gobierno pronto llegara la solución. Nos dio la bendición extensiva a todos los Presos Políticos sus familias y amigos.

Más detalles ampliare el martes en el programa de radio. Recuerden que ahora salimos de 19 a 20 hs AM 830 Radio del Pueblo  y por Internet en vivo.

 Para escuchar a Ana Barreiro contar su experiencia haga click en la radio
Escuchar a Ana Barreiro en Radio, click en la imagen

Adjunto dos fotos del momento 1) entregándole la carpeta,  2) con mi hijo Juan el peregrino.

Un granito más de arena... ¡HASTA TODOS LIBRES!

Ana Barreiro

NOTA: A continuación se agregan algunas de las cartas entregadas a SS Francisco[1][2][3][4][5].




[1] Los Derechos del Niño en la Legislación Argentina
Legislación
Los Derechos del Niño y su recepción por la Legislación Argentina
Con la firma de la Convención sobre los derechos del niño, se produjo un cambio en la concepción de la infancia como tal. Los niños dejaron de ser objeto de derecho, para pasar a ser verdaderos sujetos de derecho.
La Convención sentó una serie de principios que debían ser plasmados en la legislación interna de los países. Fue así que en Diciembre de 2005, se dictó la Ley 26.061 sobre “Protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes”.
En su Artículo 1°, señala que tiene por objeto la protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, garantizando el ejercicio y el disfrute pleno, efectivo y permanente de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales de los que Argentina es parte.
Entre otras cuestiones de relevancia, presenta definiciones de conceptos y cuestiones vinculadas con la restitución de menores, como por ejemplo las nociones de “interés superior del niño” y “residencia habitual”. Por interés superior del niño, entiende la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y garantías reconocidos por la ley.
Asimismo, brinda una calificación autárquica de residencia habitual, entendiendo por tal el centro de vida del niño, aquel lugar donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido la mayor parte de su existencia, aunque su Decreto reglamentario expresa que la residencia habitual será entendida en el sentido otorgado en los Convenios internacionales de los cuales Argentina es parte.
Asimismo, establece que los niños tienen derecho a no ser objeto de secuestros o tráfico para cualquier fin o en cualquier forma, tienen derecho a ser oídos y expresar su opinión en los ámbitos de su vida cotidiana y en los procedimientos que los conciernen, y también el derecho a la identidad, incluido el derecho a la preservación de su origen y de sus relaciones familiares.
Visitas Internacionales (que comprende el derecho a visitar su abuelo)
El pedido de visitas tramitará de la misma forma que el pedido de restitución. En tal sentido, la Autoridad central tendrá como función la de adoptar todas las medidas necesarias para eliminar los obstáculos que pudieran existir para el ejercicio de esos derechos, incoar los procedimientos a los efectos de organizar y proteger el ejercicio efectivo del derecho de visitas y asegurar el cumplimiento de las condiciones a las que pudiera estar sujeto el derecho de visita.

[2] Carta de Irene P. Barreiro
Buenos Aires, octubre 2014
Querido Francisco:
En principio quiero agradecerle el hecho de que en este momento se esté tomando el tiempo de leer mi carta la cual escribo con el objetivo de hacerle llegar mi historia, una parte de la historia que quizás nadie se anima a contar o que fue silenciada por mucho tiempo y por diferentes razones, pero que hoy, basándome en la triste e injusta experiencia que me ha tocado vivir no me dejo más opción que dejarla salir a la luz, a pesar mío, más allá de lo que muchos pudieran pensar o decir.
Mi nombre es Irene Paulina Barreiro y nací durante la época del proceso, estoy por cumplir 36 años, soy hija del ex Mayor Ernesto Guillermo Barreiro quien hoy se encuentra privado de su libertad en una penitenciaria común de la provincia de Córdoba, lugar donde está siendo juzgado actualmente, hace aproximadamente un año y medio.
Hace unos meses atrás, se dio comienzo a un periodo de mi vida el cual jamás pensé que iba a experimentar, tras el rumor sobre una denuncia que me sindicaba como "hija de desaparecidos" y luego de un mes persecución misteriosa y silenciosa donde me amenazaban, insultaban y perseguían  por la calle tomándome fotos, sintiendo miedo e incertidumbre por no entender porque  y quien estaría haciendo tal atrocidad, ocho efectivos de la Prefectura, dos técnicas del Banco Genético y dos "testigos" irrumpieron en casa de mi madre, donde yo estaba de visita. Invocaron una orden del juez Lijo y durante cinco horas me acosaron. Querían sacarme sangre por la fuerza. Ante mi negativa, recolectaron las prendas íntimas, peines y cepillos que encontraron. Me encerraron y me intimaron a quitarme la ropa interior; creo que sólo la llegada de la Policía Federal (a la que llamó mi hermana) les hizo deponer su actitud. Si yo era supuestamente la víctima, ¿por qué no conocía la causa?; ¿por qué le negaban a mi abogada una copia de la orden judicial?; ¿por qué insistían en doblegarme si lo único que pedía era hablar con el juez para hacerme el ADN con un perito de parte?
El 24 de septiembre fui citada al juzgado. Otra vez fui encerrada y acorralada. Ahora era el juez Lijo quien gritaba: "Irene no sale de acá si no deja una muestra". Cuando se me vinieron encima ni pensé, me saqué todo. Salir desnuda del despacho fue, aunque parezca exagerado, la única manera de recuperar mi libertad. Esto ocurrió a pesar de mi disposición para realizar un análisis de ADN, con la sola condición de que intervenga un perito de parte que garantice la no manipulación política de mis datos genéticos. Lo dispuso un juez, a pesar de haberle presentado un análisis de ADN, realizado en Madrid, con cadena de custodia que establece que en un 99,99% soy hija de Ernesto y Ana Barreiro.
Querido pontífice, soy una persona simple y pacífica, a veces extremadamente sensible, virtud que en este mundo tantas veces injusto y hostil se convierte en un gran defecto, amo y respeto la vida y a mi prójimo como a mí misma tal como dice la Biblia, mis padres me criaron lejos de ideologías políticas y me dieron la libertad de decidir quién y cómo quería ser y pensar, y el hecho de haber vivido esta experiencia  me causo  un profundo dolor y la verdad, no soy capaz de comprender ya que no era nada más que un bebe cuando todo esta historia sucedió, y ahora estoy pagando la consecuencias de algo que no tiene nada que ver conmigo, que se ha desvirtuado, que se está manoseado, quizás por otros intereses que muy alejados están del objetivo principal, entiendo que el dolor a veces enceguece y puede llenar de ira hasta al corazón más puro, y quizás las personas o entidades que impulsaron esto que me paso no sean capaces de ver el daño que están haciendo a personas inocentes, cuando se supone que su búsqueda es desde el amor y no desde el odio y la venganza. Si yo realmente hubiera sido hija de desaparecidos….seria así que ellos tratan a sus víctimas? No lo creo, nadie se acercó  a preguntarme como estaba en ningún momento, ni me ofrecieron su contención,  y es por eso que apelo  a usted como hombre de Dios, a su corazón lleno de humildad, amor y sentido de la justicia.
Habiéndome enterado que pronto se reunirá con Estela de Carlotto para unirse a su causa, la cual respeto en profundidad, le pido por favor desde lo más profundo de mi corazón que hable con ellas, que interceda por mí, por mi familia y todas las familias que pasaron o están pasando por lo mismo y no pudieron darlo a conocer. Esto sucede y es real y también es parte de esta historia tan pesada que le toco vivir a nuestro país.
Señor pontífice este es un grito de desesperación ante el desamparo que sentí y no se me ocurrió más nadie a quien manifestárselo que fuera capaz de entender e interceder para que podamos de una vez por todas terminar con esto, poder perdonar, conciliar, olvidar el pasado y seguir adelante con nuestras vidas, sin rencor ni resentimientos, y por fin empezar a transitar tiempos de amor, paz y hermandad, ESA ES MI LUCHA, ESTE ES MI TIEMPO.
Podría usted ayudarme en esta tarea tan difícil? Po favor, rece por todas nuestras familias…
Mi más sincero agradecimiento.
Irene Paulina Barreiro

[3] Carta de Ana Barreiro
Buenos Aires 31 enero 2016

Su Santidad
Como Su Santidad ha leído en la carta (adjunta) de la hija de un Preso Político que le fue enviada vía la Nunciatura el año pasado la persecución a quienes están hoy y desde hace 12 años privados de su libertad se ha extendido a sus familias, tal cual lo advirtió y así procedió, el  Vice Ministro Alfredo Forti quien declaro a la  salida de un juicio al que asistió en Tucumán “ahora iremos por sus familias, por sus hijos porque son cómplices y participes necesarios…. Como ejemplo su Santidad le comento que nuestros hijos en esos momentos tenían 4 años o no habían nacido aun...
Y esta introducción me lleva al tema  de esta carta y al pedido de que su Santidad ponga fin al castigo que por transferencia han estado recibiendo de parte de las autoridades democráticas durante estos largos años nuestros NIETOS , niños a quienes se los ha vejado, sin piedad  ni compasión  en las requisas , hubo niñas a quienes se les ha revisado el ano , bebes a quienes les han desvestido y sacado los pañales , que a veces han tenido que mojarse bajo la lluvia y soportar las esperas a la intemperie y el frio para entrar a visitar a sus abuelos, abuelos que a lo largo de los años han preferido no ver a sus nietos para que estos no pasen por tales situaciones denigrantes y atemorizantes para un menor
Niños que no han podido estar en brazos de sus abuelos, que no pudieron compartir juegos ni las sabias enseñanzas que el amor puede dar
Nuestras familias fueron castigadas y los daños colaterales son graves, esposas que han muerto de un infarto visitando su marido en un penal o al ver la injusticia de que se lo arrancaran del seno de su familia
Un niño que no conocía a su abuelo pregunto a su madre: “ quien es el Sr del teléfono, mi abuelo?”
Los DDHH de los niños que pertenecen a familias de Presos Políticos son VIOLADOS  por el Estado … HASTA CUANDO ?
Entrego esta carta en sus PIADOSAS manos para que su alma MISERICORDIOSA tenga COMPASION  e interceda  por nosotros ante el Presidente de los Argentinos y juntos le den una solución definitiva a esta situación desesperante de miles de familias argentinas que vienen de toda una vida “cumpliendo con Dios y con la Patria “
En nombre de todos los Presos Políticos y sus familias: lo saludo en Cristo Rey
Que el Señor lo bendiga  Atte.
Ana Barreiro (esposa de Preso Político y madre de Juan, peregrino a pie a Jerusalén Por la Paz)
[4] Carta de Florencia del Río
Querido papa Francisco:

Es un honor para nosotros que Ud. reciba nuestras cartas y fotos familiares.

Soy Florencia del Rio, vivo en Capital.
Adjunto a la presente algunas fotos de mi padre con sus nietos, y de nuestras familias.

 Mi padre está detenido en Tucumán, y la distancia no ha hecho menos dolorosa esta situación, todo lo contrario. En mi caso, mi papá es el único abuelo de mis hijos, ya que mi suegro falleció antes de que nacieran.

El daño es doloroso, ha calado hondo en nuestros corazones, perdimos el llamado semanal que teníamos con él, la visita impostergable a Buenos Aires cada vez que podía tomarse unos días para llenar de mimos perfumados a sus nietos y a nosotras. Hacíamos  lo imposible para organizar fechas y vacaciones y coincidir en Buenos Aires y disfrutarnos y abrazarnos fuerte y compartir la vida.....

Querido Francisco, rogamos su bendición, su plegaria y su compañía para que esta terrible injusticia finalice, somos muchas familias en la misma situación, esperando justicia para tantos hombres valientes que hoy, en los años maduros de su vida,  son privados de su libertad, de sus familias, de su trabajo y de su salud!

Gracias por rezar por nosotros, yo sigo rezando por Ud.
Le envío mi  más sincero abrazo esperanzador y cariñoso
Florencia del Rio 
[5] Carta de Martina Paz Fiorenza Castro
Carta de una nieta por su abuelo
Cuando me pidieron que escribiera esta carta, sentí dos cosas al mismo tiempo. La primera, fue felicidad, porque finalmente podría hacer algo a favor de la liberación de mi abuelo; la segunda, fue tristeza porque me di cuenta que si la excarcelación sucediera, no tendría que hacerlo.
Lamento mucho que encarcelen a alguien tan bueno y amable como mi abuelo, porque les juro que no hay nadie como él. Cada vez que lo veo, desde que era pequeña, me sonríe de una forma, irradiando luz, dejando de lado los problemas, que me hace querer hacer sentir a los demás lo mismo.
Sé que para él es duro estar ahí, siendo que no se lo merece y que ya es un hombre mayor, pero nunca nos demuestra cuanto le cuesta. Llegamos, y se alegra de vernos, porque sabe todo lo que hacemos para poder trasladarnos desde Santa Fe a Buenos Aires cada dos meses para ir a verlo. Antes también lo hacíamos, viajar para ir a verlo a él y al resto de la familia, pero era tan distinto. Todas las actividades que hacíamos, todas nuestras costumbres, y ya no podemos hacerlas. Las partidas de ajedrez, las visitas a museos e iglesias, el show de Barbie, la ciudad de los niños, Temaiken… Nos tuvimos que adaptar de pronto a un ambiente nuevo. Pasamos de visitar museos juntos a ir a visitarlo a él al centro penitenciario; del show de Barbie a ver cuerpos y el contenido de bolsos a través del scanner; de paseos en auto a viajar en el colectivito de la cárcel de Marcos Paz hasta llegar al pabellón correspondiente.
Lo más difícil para todos era contener las lágrimas, porque fingir que todo está bien cuando no es así, cuesta muchísimo. La primera vez que lo visité, aguanté lo más que pude y, apenas salimos, comencé a llorar desaforadamente. Nunca dejó de ser difícil, aún lo es, pero nos tuvimos que adaptar a “la nueva normalidad”. Una normalidad que suponía usar prendas de colores claros, porque el negro no estaba permitido; tomar gaseosas transparentes, porque necesitaban ver el contenido; llevar los alimentos separados, para luego prepararlo dentro; vestir sostenes sin aro, debido a que no debíamos ingresar con el alambre. Todo debía ser de una forma determinada. Una forma que no conocíamos. Aunque me “acostumbré”, la última vez que fui fue la que más costó. De pronto me di cuenta que pueden pasar más años hasta que todo vuelva a la normalidad. Años, y años y años. Completamente injusto y, sin embargo, él debe estar allí, quien sabe por cuánto tiempo. Quiero a mi abuelo libre, o por lo menos juzgado correctamente.
Sin embargo, no es el hecho de que sea inocente el que más me pesa y por el que más mal me siento, sino que él sea tan bueno, tan querido, y que aun así esté ahí. Me gustaría creer que no solo en el cielo, se juzga a las personas como debe ser; que incluso en la tierra, todos tienen lo que se merecen. Y juro por lo que sea, que él no se lo merece. 
Te quiero abu.
Martina Paz Fiorenza Castro

martes, 16 de febrero de 2016

OLIVERA ROVERE


El domingo pasado se cumplió un año del fallecimiento de ese noble, caballeresco y valiente soldado que fue el general Jorge Carlos Olivera Rovere. Quienes tuvimos el privilegio de ser considerados sus amigos jamás olvidaremos la rectitud de su conducta, de su proceder ante las horas aciagas que tuvo que atravesar la patria que tanto amó y a la que sirvió ejemplarmente, haciendo honor al juramento que prestó en sus años juveniles, cuando egresó del Colegio Militar de la Nación. Siempre fiel a sus creencias, constituyó una familia ejemplar con su compañera de toda la vida, llegando a ver hasta la cuarta generación, formada por mujeres y varones de sólidos fundamentos cristianos y directamente comprometidos con el amor al país. Ya en el invierno de su vida, afrontó con dignidad sin par injustas situaciones y falsas acusaciones sin una queja, considerando esos más que difíciles momentos como un nuevo acto de servicio dentro del Ejército Argentino. Arquetipo de hombre de armas, ya sobre el final de su vida su palabra y su consejo fueron -y serán- luz para las nuevas generaciones, al rescatar la verdad histórica sobre los terribles momentos que vivió la Argentina. Quienes lo conocimos, agradecemos su amistad y guardaremos siempre en el corazón el imborrable recuerdo de haber tratado con un hombre de bien. Señor general, amigo Jorge, descansa en paz.

Juan Esteban Aberg Cobo
DNI 4.295.239

¿ES MEJOR NO HABLAR DEL NÚMERO DE DESAPARECIDOS?



Debate por Luis Alberto Romero[1]

“Niño, que eso no se dice”. La canción de Serrat recuerda el artículo que María Elena Walsh publicó en 1981 sobre “el país Jardín de Infantes” y al célebre “de eso no se habla”. Los une el mismo espíritu libertario e inconformista que nos inspiró durante los años de la dictadura y también -no a todos, claro- durante los años del aplastante discurso kirchnerista. Creíamos que decir lo indebido era un acto de libertad y también una contribución a la construcción de una opinión libre y crítica.

Sorpresivamente, ha reaparecido algo parecido al paternal “de eso no se habla”. Unas declaraciones de Darío Lopérfido sobre el terrorismo de Estado y sus víctimas suscitaron la inmediata reacción del kirchnerismo, que acompañado por un conjunto internacional de “gente correcta” pero poco informada, como el propio Serrat, impugna la discusión del tema y hasta acusa a Macri de defender la dictadura. Lo sorprendente es que, al ya familiar “¡ni te atrevas!” de los Conti y los Kunkel, se agrega la admonición de quienes, tratando de cuidar al gobierno, objetan que se abra el debate sobre temas conflictivos y poco urgentes.

Todo se centra en las 30.000 víctimas. Es sabido que esa cifra se lanzó durante la lucha contra la dictadura militar, como una metáfora de lo horrendo, para despertar conciencias dentro y fuera del país. Cumplió su función, como una clave del relato de los derechos humanos que fundó la transición democrática.

En 1984 la CONADEP estableció una versión más ajustada y a la vez más terrible de lo ocurrido. Los Juicios a las Juntas convirtieron su informe en verdad judicial y se declaró que los derechos humanos, colocados más allá de la confrontación política, eran el fundamento ético del Estado de Derecho.

Desde entonces, el relato de lo ocurrido durante la dictadura transcurrió por caminos distintos. Algunos entendimos que lo que era adecuado durante la lucha contra la dictadura resultaba insuficiente y esquemático en democracia, y que para asegurar que el drama no se repetiría se necesitaba una comprensión más amplia y más sólida. El número exacto de víctimas era un punto importante pero menor en el conjunto de cuestiones conflictivas, viejas y nuevas, que debían revisarse. Muchos las debatimos intensamente cuando el kirchnerismo impuso su sesgada versión de los derechos humanos. No sorprende entonces la reacción de ese sector; sus reflejos funcionaron automáticamente para sostener el baluarte, un poco más firme que otros del alicaído relato kirchnerista.

Con la democracia, las organizaciones de derechos humanos se dividieron entre las que mantuvieron los fines originales -la impugnación ética y la vigilancia civil- y quienes, como Hebe de Bonafini, optaron por politizar la causa; ganaron éstas, y se quedaron con la franquicia de los DH. El sector originario creció con la suma de grupos provenientes de otras militancias, que identificaron los derechos humanos con la reivindicación del “setentismo”.

Desde entonces, la historia de la lucha por los derechos humanos se convirtió en un dogma y en un mito: una narración poética y autosatisfactoria, a la medida de las fantasías de jóvenes inexpertos y de mayores ansiosos por recuperar la ilusión juvenil, que se acomodó perfectamente en el relato unanimista montado por el kirchnerismo.

En nombre de los derechos humanos, los franquiciados reivindicaron a los héroes de la lucha armada, se convirtieron en jueces universales de conductas ajenas y hasta se animaron a exculpar al general Milani. A la vez, la franquicia DH los autorizó a sumarse al sistema de prebendas estatales y a asociarse a la corrupción, como con los “Sueños compartidos” de Sergio Schoklender[2].

La franquicia nuclea también a un plantel de profesionales, que encontró en la causa de los derechos humanos la posibilidad de una carrera rentada por el Estado. Hoy constituyen un lobby, que defiende sus principios y también la subsistencia de una cantidad de instituciones y programas financiados por el Estado, que claman por una auditoría.

Todo esto pende de un mito fundador. El mito es un relato compacto; cada parte es esencial para sostenerlo, y una pequeña brecha puede derrumbar todo el edificio. Su peor enemigo es la investigación crítica. Esto explica la importancia asignada a una cuestión ya esclarecida en lo grueso. La cifra de 30.000 víctimas no tiene ningún soporte empírico; al cabo de treinta años, la Secretaría de Derechos Humanos no ha podido registrar más de ocho mil casos. Es una cifra horrenda y cierta que, lejos del alegado negacionismo, le da consistencia a la tragedia. Pero los defensores del mito saben que detrás de este cuestionamiento vienen otros más importantes: quiénes están en la lista, quiénes deberían estar y quiénes no. Transformar el mito en historia es riesgoso.

La cuestión del número es un parte aguas entre una mirada del pasado rigurosa y comprensiva y otra mítica e intolerante. No es solo una discusión de especialistas. El mito sostiene la franquicia, alimenta el dogmatismo y bloquea la posibilidad de reconstruir una cultura política plural.

La causa de los derechos humanos, desprestigiada por quienes la han faccionalizado, merece mejores defensores. Por eso es necesario mantener abierta la discusión. El gobierno tiene derecho a elegir sus prioridades en los combates. Pero los ciudadanos independientes son libres de opinar y aceptar el “de eso no se habla” significaría aceptar la perduración del mito y de sus usufructuarios.




[1] Luis Alberto Romero es historiador.
[2]
El autor omitió decir que la corrupción de Schocklender no se hubiera llevado a cabo sin el conocimiento y anuencia de Hebe Pastor Vda. de Bonafini.

lunes, 15 de febrero de 2016

CUANDO LA IMPUDICIA ES LEY


"Y rendirá cuentas con esas manos tan pulcramente limpias
que rehúyen estrechar las otras para no contaminarse".
Arturo Pérez-Reverte.

La foto de un barbado Amado Guita-rrita Boudou, abrazado a Luis D'Elia en la Plaza de Mayo, en el acampe organizado allí por organizaciones kirchneristas y otros partiduchos de izquierda requiriendo la libertad de Milagro Sala, hubiera debido ser la gota que derramara el vaso de la paciencia ciudadana; sin embargo, nada de eso sucedió y la sociedad continuó impávida su ardua tarea de intentar sobrevivir en medio del desastre en que convirtió la realidad, no el "relato", la auto-exiliada en el Calafate. Días antes, también habían comparecido en la carpa allí instalada Agustín ¡Hundido! Rossi, Guillermo Patotín Moreno y hasta el inefable Raúl Proxeneta Zaffaroni.


El cuadro pintado en el párrafo anterior es revelador: un ex Vicepresidente multiprocesado, hermanado con un pseudo dirigente social inexplicablemente rico, en protesta por la prisión preventiva que afecta a una corrupta caudillo que esclavizaba a sus pares apoyada en dineros públicos malversados, en medio de la ocupación de un espacio emblemático que pertenece a todos; si a ese llamativo cocktail le sumamos a un ex Ministro al que se le fueron a pique buques de guerra en sus amarraderos mientras nombraba a su adolescente hija Directora del Banco de la Nación, a un ex Secretario de Comercio también procesado y autor intelectual de los mayores desaguisados económicos, y a un ex Juez supremo, dueño de prostíbulos, evasor de impuestos y líder de la corriente penal que privilegia a los delincuentes en perjuicio de sus víctimas, tenemos un combo letal que prueba cuán bajo hemos caído. ¿Qué lleva a estos nefastos personajes a desafiar así a los demás, convocando a la resistencia frente a un gobierno democrático que asumió hace sesenta y cuatro días y que ha dado acabadas muestras de pluralidad y respeto?


Resulta evidente el nivel de tolerancia que hemos adquirido frente a la impúdica exhibición de impunidad que los mayores jerarcas del régimen destronado realizan diariamente; eso constituye un peligrosísimo defecto social que sólo los jueces están en condiciones de corregir, ya que el Poder Ejecutivo debe limitarse a formular las denuncias del caso. Pero los magistrados deberán actuar rápidamente ahora, porque sólo así podrán evitar que el 1° de marzo, cuando el Presidente Macri inaugure las sesiones del Congreso y nos informe oficialmente del estado de la Nación que ha recibido, que muchos de los que deberán ajustarse el cinturón hasta la extenuación (los jubilados, los maestros, los médicos, los cuentapropistas, los trabajadores informales, los enfermos, los padres de hijos desnutridos, las víctimas de la violencia y de la droga, etc.) se dispongan al linchamiento de los responsables directos de todas estas calamidades, que los privan hasta de vivir mientras disfrutan de las fortunas amasadas sobre tantos sufrimientos ajenos.


No se trata de venganza sino de justicia, porque los sacrificios que la crucial hora en que nos toca vivir por obra y gracia de la faraona destronada y su cohorte de testaferros y cómplices públicos y privados sólo estaremos dispuestos a hacerlos si, en compensación, vemos que hay juicio y castigo a los culpables, incluyendo la apropiación por el Estado de sus patrimonios; no se nos podrá pedir nada si esos indispensables procesos no se corporizan, son resueltos con independencia y seriedad y, sobre todo, en tiempo hábil. Los dos distinguidos profesionales -Dres. Horacio Rosetti y Carlos Rosenkrantz- que Mauricio Macri ha propuesto al Congreso para integrar la Corte Suprema son una verdadera garantía en tal sentido y, una vez integrados al tribunal, deberán asumir esa responsabilidad de cara a la sociedad.

Resulta aún más inexplicable el -aunque magro- militante y persistente apoyo que concita la ex Presidente Kirchner, si pensamos que la terrible inflación que padecemos se debe a los disparates que ella misma y su "principal asesor" (sic), Axel Chiquito Kiciloff, impusieron a la economía: déficit de más de ocho puntos del producto bruto interno, un gasto público imparable, el saqueo de fondos de todos los organismos, la desaparición de las reservas internacionales, la emisión de dinero bastardo, la colonización del Estado con millones de empleados "para la resistencia", la absurda pelea con los holdouts y con la Justicia norteamericana (elegida por su marido muerto) después de las sentencias condenatorias, el consecuente destierro de los mercados internacionales de crédito, la pérdida del autoabastecimiento energético, las economías regionales arruinadas, la destrucción de la presencia de nuestras carnes en el mundo, etc.; ¿qué hace, entonces, que respetados artistas continúen respaldando a figuras como la propia Cristina, inexplicablemente enriquecida más allá de cualquier límite mientras encabezaba un gobierno que dejó muchos más pobres que los que encontró al llegar y a un país postrado por el descrédito y la inflación?

Este breve inventario, aunque incompleto, enmarca la fotografía sin fotoshop del país que heredó Mauricio Macri, que tanto le costará refundar. Como siempre digo, espero que Dios, que recordó ser argentino en las últimas elecciones, no pierda la memoria otra vez, como sucedió durante los doce años y medio que las precedieron.

Uruguay, 14 de febrero de 2016

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado